La historia de un joven con autismo que lucha por superar sus propias limitaciones para convertirse en un campeón de maratón es una conmovedora lección de perseverancia, determinación y redención familiar. Aunque al principio el joven protagonista parece ser un chico poco interesado en los deportes, su vida da un giro cuando decide enfrentar un reto que cambiará por completo su destino: correr una maratón.
A lo largo de su travesía, el joven debe superar no solo las dificultades físicas inherentes al deporte, sino también los desafíos personales que le impone su condición. El autismo, que le dificulta relacionarse y comprender ciertas interacciones sociales, se convierte en una barrera adicional a medida que avanza en su entrenamiento. Sin embargo, lo que parece un obstáculo insalvable pronto se convierte en la fuente de su motivación. Cada kilómetro recorrido es un paso más hacia la superación de sí mismo, y cada meta alcanzada le da la fuerza para seguir adelante.
En paralelo, el padre del joven, que inicialmente se encuentra distanciado emocionalmente de su hijo debido a las dificultades de la vida cotidiana, se ve obligado a replantearse sus prioridades. A través de la dedicación de su hijo, el padre encuentra una nueva oportunidad para acercarse a él, entenderlo mejor y ser un apoyo constante en su carrera. La maratón se convierte en un símbolo de la oportunidad de reconstruir su relación familiar, poniendo de nuevo a su familia en primer plano.