Cuando un hombre recibe una oferta irrechazable de un millón de dólares para participar en un juego, lo considera una oportunidad única. La premisa del juego es simple pero escalofriante: un grupo de cazadores experimentados tiene la misión de perseguirlo y matarlo. Sin embargo, hay una regla fundamental que le da una oportunidad de sobrevivir: los cazadores solo pueden atacarlo cuando está completamente solo. El desafío, entonces, se convierte en una cuestión de ingenio, estrategia y habilidad para mantenerse alejado de los asesinos, todo mientras trata de mantener la fachada de normalidad ante el mundo exterior.
El hombre, cuyo nombre es John, comienza a planificar su participación con gran entusiasmo, convencido de que, si se mantiene alerta y evita la soledad, podrá ganar el premio millonario sin mayores dificultades. Pero pronto se enfrenta a una realidad mucho más compleja de lo que había imaginado: nadie en su entorno cree que el juego sea real. Sus amigos y familiares, desconcertados por su insistencia en que corre un peligro mortal, lo toman como una broma o, en el mejor de los casos, una paranoia infundada.
La desconfianza de sus seres queridos se convierte en un obstáculo que podría ser aún más peligroso que los propios cazadores. Mientras John intenta convencerlos de la amenaza que enfrenta, la tensión aumenta. ¿Cómo puede sobrevivir a un juego tan mortal si ni siquiera su círculo cercano lo respeta ni lo apoya? La situación se intensifica a medida que el tiempo pasa y los cazadores no tardan en aparecer, desatando una serie de situaciones extremas donde las reglas del juego ya no son tan simples.